En este punto no
voy a hacer una exposición de la sintomatología en lo que a
carencias y excesos se refiere ya que estoy convencido que debido a
la capacidad de adaptación de las plantas al medio en el que se
encuentran puede inducirnos a error ya que la misma planta en dos
acuarios diferentes puede presentar el mismo síntoma y ser causado
por hechos diferentes.
A
rasgos generales voy a describir unas pautas en las que si podemos
fijarnos para saber que algo no marcha bien y que debemos de buscar
el error y corregirlo.
El
siguiente gráfico es a mi forma de ver muy claro.
|
Esquema de deficiencias. No es mío, está obtenido de internet mediante el buscador de imágenes de Google. |
Lo
primero que debemos analizar es la cantidad de CO2 disuelto en el
agua mediante el uso de un drop check. La mayoría de los problemas
nutricionales en las plantas acuáticas aparecen por la falta de este
gas, es decir que podemos tener enmascarada una falta de CO2 y el
síntoma visible ser una falta de otro nutriente ya que la falta de
CO2 provocará que la planta no absorba ese nutriente; dicho de otro
modo podemos ver una clara falta de nitrógeno en la planta y tenerlo
disponible en la columna de agua y no absorberlo por falta de CO2 o
simplemente de iluminación.
Una
vez tengamos esto en cuenta podemos observar algunos síntomas
orientativos de falta de CO2:
En
hojas nuevas: podemos observar retrasos en el crecimiento y/o hojas
pequeñas entre blancas y amarillas.
En
hojas viejas: transparencia en las hojas y defectos estructurales,
con el paso del tiempo empeorará. También podemos observar la
aparición de algas pincel (BBA) en hojas donde no hay movimiento de
agua, esto se da en zonas muy densamente plantadas. En algunas
especies de plantas como los echinodorus y afines las hojas viejas
pueden presentar agujeros.
Estos
problemas que se han presentado los podemos solucionar mejorando la
circulación del agua, añadiendo una bomba de movimiento de manera
que no queden zonas con escasa circulación del agua para que el CO2
llegue a todos sitios, realizando tareas de mantenimiento en el
filtro con más frecuencia para que no se vea reducido el caudal
pudiendo cambiarse el perlón, limpiado las mangueras y el rotor y
añadiendo un indicador permanente de CO2 (drop check) para
monitorizar que los niveles de CO2 con los que trabajamos son
correctos.
Si
la concentración de CO2 es correcta entonces podemos guiarnos por
otros síntomas:
En
hojas nuevas:
La
deficiencia de calcio y/o micronutrientes o el exceso de potasio
y/o magnesio puede provocar un crecimiento pálido y retorcido de
las hojas.
Un
deficiencia fuerte de nitrógeno puede provocar el crecimiento de
hojas nuevas amarillentas, blanquecinas y pequeñas.
Formación
de hojas nuevas pálidas y amarillentas son indicios de falta de
hierro.
En
hojas viejas:
Un
síntomas claro de falta de hierro es la visualización amarilla
de la planta entera.
Las
hojas vienes se tornan de color amarillo y aparecen zonas en las
que la hoja muere, éstas hojas se caen rápido y los síntomas
parecen a los del primer estado de la carencia de nitrógeno.
Pueden aparecer algas punto verde (GSA, green spot algae) en las
hojas viejas.
La
aparición de venas oscuras y un tejido fino de la hoja pueden ser
síntomas de falta de magnesio.
Unos
agujeros con los bordes amarillos en las hojas viejas pueden
llevarnos a pensar en una carencia de potasio.
La
manera de corregir estos síntomas normalmente consiste en hacer un
chequeo antes del cambio de agua de los valores del agua lo más
completo y exacto posible poniendo especial incapié en los nitratos,
fosfatos, pH, kH, amoníaco/amonio y nitritos. Dosificar según las
carencias mostradas en los resultados de los test realizados y
recalcular el consumo de los nutrientes como veremos más adelante en
el punto 9.5.
También
podemos mencionar que las plantas de crecimiento rápido nos sirven
muy bien como bioindicadores de carencias de nutrientes, CO2 y luz ya
que son las que muestran antes estos síntomas.
Me
gustaría aclarar que todo lo descrito en este punto es meramente
orientativo y que hay que analizar con calma la situación y no
actuar a la ligera añadiendo uno y otro nutriente porque
probablemente agravemos el problema o incluso aparezcan otros. Esta
es una pequeña guía orientativa que debemos usarla de la siguiente
manera: en primer lugar verificar los niveles de CO2, si son
correctos analizar los niveles de pH, kH, nitratos, fosfatos y
hierro, evaluar y aumentar muy poco a poco la dosis del nutriente
deficitario calculando el consumo de todos los nutrientes aunque no
estén deficitarios ya que el aumento de un nutriente por deficiencia
puede disparar el consumo de otro provocando un déficit de otro
nutriente. Siempre actuar con serenidad.