Los cambios de agua inciden directamente en la salud de nuestro pequeño ecosistema, tenemos que ser generosos en los cambios de agua y en la filtración para que nuestro ecosistema se mantenga en las mejores condiciones posibles, en la naturaleza ríos y lagos el agua está en continua renovación, el ejemplo lo tenemos en los ríos donde el agua se regenera constantemente gracias a la corriente del agua y obteniendo agua nueva constantemente; nosotros en nuestro ecosistema tenemos que emular eso para mantenerlo lo más saludable posible, y no solo que funcione si no que tanto nuestra flora y fauna estén en perfectas condiciones.
Fotografía obtenida de Foto Community y propiedad de Marce de las Muelas. |
¿Cómo trasladamos esto a nuestro pequeño ecosistema?
La respuesta es evidente, cambiando agua pero ¿cuánta? yo recomiendo en torno a un 50% semanal, si se hace en dos veces incluso podemos cambiar más cantidad y es mejor, o incluso cambiar un 20% diario sería mejor aún o inclusive más, pero siempre procurando aportar agua con la misma dureza y temperatura para no crear cambios bruscos ni a nuestra fauna ni a nuestra flora.
La respuesta es evidente, cambiando agua pero ¿cuánta? yo recomiendo en torno a un 50% semanal, si se hace en dos veces incluso podemos cambiar más cantidad y es mejor, o incluso cambiar un 20% diario sería mejor aún o inclusive más, pero siempre procurando aportar agua con la misma dureza y temperatura para no crear cambios bruscos ni a nuestra fauna ni a nuestra flora.
Pero ¿cual serían el método y cantidad ideal para cambiar agua? La respuesta es sencilla, imitar a la naturaleza, un sistema continuo en el que se cambie cuanta más agua mejor, manteniéndose constante la dureza y la temperatura del agua pero haciendo una renovación en torno al 30% diario.
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